El drama de los migrantes en cinco de las principales fronteras del mundo
El repunte de migrantes concentrados frente a la frontera griega, procedentes de Medio Oriente, ha mostrado como la crisis migratoria mundial está viviendo un nuevo repunte. Pero aunque las imágenes habituales en los últimos años sean de ese lado del mundo, en múltiples partes del planeta, los migrantes se ven obligados a huir de conflictos, que les hacen cruzar letales fronteras en España, Estados Unidos, Bangladesh o Uganda.
Primera modificación:
Abandonar una casa; dejar atrás una mascota; distanciarse de familia y amigos; interrumpir los estudios; quedar desempleado; caminar kilómetros a la deriva; toparse con una frontera; no tener dónde ir... Es la situación de millones de personas en el mundo que se ven obligadas a migrar contra su voluntad.
A lo largo de la historia, habitantes de todo el mundo han tenido que irse de su tierra. Todavía no se ha conseguido un planeta en el que hayan desaparecido los conflictos y la miseria, por lo que las migraciones forzadas suceden todos los días.
Según datos de ACNUR, hay 70,8 millones de personas desplazadas a la fuerza en el mundo. De estos, 41,3 millones son desplazados internos; mientras que hay 25,9 millones de refugiados y 3,5 millones de demandantes de asilo. En definitiva, seres humanos que tienen que escapar hacia países ricos con el sueño de tener una vida digna.
La frontera entre Turquía y Grecia
El 29 de febrero el Gobierno turco, presidido por Recep Tayyip Erdogan, anunció que abriría las fronteras con Grecia, alegando que no podían continuar cumpliendo con el acuerdo con la Unión Europea, en el que debía ocuparse de 3,6 millones de refugiados sirios a cambio de una cifra que iba entre los 3.000 y los 6.000 millones de euros.
El motivo de fondo era el conflicto que Turquía mantiene con Bashar al-Assad por Idlib, la última zona bajo control rebelde, con apoyo turco, en Siria. Erdogan quiere que la Unión Europea se posicione a su favor, por lo que ha llevado en autobuses a refugiados hasta la frontera, ha difundido que Grecia iba a abrir la frontera y ha tratado a los migrantes como una arma política.
Esta actuación coincide con los atentados de las fuerzas sirias, con el apoyo de Rusia, en Idlib, que han provocado que más de 900.000 personas, desde diciembre, hayan tenido que desplazarse debido a la violencia de los ataques.
Una situación que recuerda a la de 2015, momento en el que se produjo un gran éxodo, calculado aproximadamente en un millón de personas, desde Medio Oriente hasta Europa, atravesando la frontera por el río Maritsa o por el Mar Egeo, desde la costa de Turquía hasta las islas griegas. Una difícil travesía que, en el mismo periodo, dejó 2.840 personas muertas.
La frontera entre Marruecos y España
Para poder acceder a Europa desde África, la principal vía de entrada terrestre está en las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla, ubicadas dentro del continente africano. Hasta allí, miles de personas tratan de saltar la cerca para poder conseguir entrar en el continente.
Se trata de una triple valla de más de tres metros, con espino, alambres, concertinas, cámaras de videovigilancia y sensores de movimiento. Una puerta prácticamente infranqueable.
Sin embargo, en 2019 más de 30.000 personas consiguieron cruzar las vallas. Para la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), en declaraciones a El País, los números se han reducido "a costa de vulnerar sus derechos humanos".
Los controles en las costas peninsulares hacen que las personas hayan dejado de intentar cruzar en bote y, ante la dificultad de cruzar las vallas, muchos migrantes subsaharianos tratan de acceder a España a nado. Un tramo dificil, como se recoge en el dato de que, entre principios de 2018 y el primer trimestre de 2019, murieron mil personas.
La frontera entre México y Estados Unidos
La mayor concentración de migrantes del mundo se encuentra en Estados Unidos, donde, entre otras nacionalidades, personas venidas de distintas partes de América Latina tratan de alcanzar el "american dream". Donald Trump fantasea con un muro, que evite cualquier tipo de acceso irregular, en una frontera de 3.185 kilómetros.
De hecho, en junio, el Congreso aprobó un proyecto de ley que autorizaba el uso de 4.600 millones de dólares para abordar la situación en la frontera. Según datos del Pew Research Center, en Estados Unidos hay 10,5 millones de indocumentados.
Estados Unidos tiene una población de casi 57 millones de latinos, de los cuáles el 63% son mexicanos. Sin embargo, el Triángulo Norte: Guatemala, El Salvador y Honduras va en aumento.
Además, cabe destacar que es la frontera más letal del continente: según la ONU, en 2019 murieron 497 personas y, desde 2014, 2.403 personas fallecieron tratando de cruzar la frontera.
La frontera entre Myanmar y Bangladesh
Históricamente, las minorías han sido objeto de todo tipo de vulneraciones de los Derechos Humanos, teniendo que exiliarse constantemente.
Esto fue lo que sucedió con los rohingyas en Myanmar, desde 2017, cuando según la ONU, las autoridades budistas de Myanmar cometieron una limpieza étnica, que obligó al colectivo musulmán a refugiarse en Bangladesh. Hasta su éxodo, no tenían ciudadanía y eran considerados la minoría étnica y religiosa más perseguida del planeta.
Bangladesh acoge a más de 930.000 refugiados, 720.000 de ellos llegados desde el 25 de agosto de 2017, según Médicos sin Fronteras. Los datos de la ONU dicen que el genocidio dejó más de 25.000 muertos.
La Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, en diciembre de 2019, tuvo que acudir al Tribunal Internacional de La Haya para defender la inocencia de Myanmar en el genocidio contra los rohingyas.
La frontera entre República Democrática del Congo y Uganda
Según datos de ACNUR, en 2019, entre 80 y 100 refugiados llegaban al día a Uganda, la mayoría de ellos procedentes de República Democrática del Congo, país que en la última década vive un conflicto étnico que obliga a sus ciudadanos a huír hacia otros lugares.
ACNUR también informa de que más de 5 millones de personas se han visto obligadas a desplazarse, de las cuáles 4,49 milones lo han hecho de forma interna, mientras que 680.000 han huido a países vecinos como Uganda.
Precisamente, Uganda acoge a 1,2 millones de refugiados: es el mayor receptor de África y el tercero en el mundo, a pesar de ser uno de los países más pobres. El éxodo por el lago Albert es habitual; sin embargo, la sobrecarga de peso en los botes y las malas condiciones, provocan hundimientos constantes, causando muertes todos los años.
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